Siguiendo las tendencias actuales (300 L/hab.d) y crecimiento de 1%, la Ciudad de México tendrá un déficit de 6 m3/s para el 2020. Ni el acuífero, en sus actuales condiciones de sobreexplotación desde profundidades promedio de -200 m, ni las fuentes externas podrán satisfacerlo. Entonces es necesario iniciar a la brevedad con proyectos que incidan en el ahorro colectivo del agua y reuso municipal del agua residual tratada. Tanto las aguas industriales como las domésticas deben ser tratadas por separado en donde se generan (in situ) de tal manera de
aprovechar las
características de cada corriente en beneficio de los procesos de tratamiento.
Para lograr un uso doméstico eficiente del agua potable se puede hacer mediante el uso de muebles de bajo consumo de agua (WC con 0.5 L/descarga y
mingitorios secos de 0.1 L/descarga) y dispositivos ahorradores de agua de baño para legar a un consumo de 100 L/d. Es indispensable tener sistemas de
tratamiento segregado y descentralizado del agua residual.