Responsable

M. en C. Ma. Eugenia Zamudio Resendiz.

Objetivo

Entender el papel de la biodiversidad fitoplanctónica, tanto en términos de número de especies (riqueza), como de diversidad de formas y funciones, como elementos que ayudan a depurar un ambiente altamente impactado antropocéntricamente, como lo es la bahía de Acapulco, Guerrero.

En Resumen:

El fitoplancton es una comunidad de algas microscópicas que viven suspendidas en el agua de cuerpos dulceacuícolas, salobres y marinos. Para retardar el hundimiento y así evitar morir por falta de luz, son pequeñas, ligeras, con formas aplanadas o alargadas y con extensiones que forman cuernos o espinas. Pertenecen a varios grupos sin parentesco llamados Divisiones, y su identificación es dificultosa debido al gran parecido morfológico que ocurre entre diversas especies, incluso de grupos distintos. En el medio marino, las diatomeas, los dinoflagelados y los cocolitofóridos son los más diversos y abundantes. De las 5,000 especies de fitoplancton marino reconocidas a nivel mundial, una cuarta parte ocurre en el Pacifico mexicano y dentro de esta región, la Bahía de Acapulco ha mostrado tener una elevada riqueza microalgal tanto de especies (311 taxa de diatomeas, 379 de dinoflagelados, y aproximadamente 25 de los conocidos como fitoflagelados), como en metabolismos y sus funciones en el ecosistema. La mayoría de las microalgas planctónicas son autótrofas, es decir realizan la fotosíntesis y por ello requieren únicamente luz y sales minerales para poder elaborar su propio alimento (glucosa), siendo entonces caracterizadas como productores primarios. Sin embargo, una tercera parte de las especies de dinoflagelados encontrados en Acapulco son heterótrofas o mixótrofas; las primeras se comen a otros organismos fito o zooplanctónicos y las segundas combinan las nutriciones autótrofa y heterótrofa. Asimismo varias especies se encuentran en relaciones simbióticas de distintos tipos: mutualistas, comensalistas o parasíticas. Los parásitos son organismos muy especializados y con ciclos de vida complejos, como es el caso de Chytriodinium affine. Debido a la fuerte presión ambiental que sufre Acapulco por su enorme afluencia turística, sería de suponerse que correspondería a una localidad muy contaminada y con baja diversidad, como curre en los ambientes eutrófizados o altamente impactados, sin embargo llama la atención el saber que Acapulco es un sitio megadiverso. Lo anterior hace suponer que su riqueza biológica algal funciona como un servicio ecosistémico, pues en este ecosistema altamente impactado antropocéntricamente, las especies actúan como depuradoras del sistema, permitiendo identificar el fenómeno conocido como resiliencia biológica, que corresponde a la capacidad de respuesta o recuperación de una comunidad al estrés. Todos estos aspectos se ejemplificarán en el stand con los resultados del proyecto de investigación “Dinámica y Diversidad Fitoplanctónica de la Bahía de Acapulco” desarrollado en el Lab. de Fitoplancton Marino y Salobre del Departamento de Hidrobiología de la UAM-I.