El Esqueleto de los Peces

Responsable
Dr. Abraham Kobelkowsky Díaz .

En Resumen:

Se considera que los peces vivientes están ordenados en tres clases: los ciclóstomos, los condríctios o “peces cartilaginosos” y los osteíctios o “peces óseos”. Como el resto de los vertebrados, los peces presentan un esqueleto externo o “exoesqueleto” y un esqueleto interno o “endoesqueleto”.

El exoesqueleto está formado principalmente por las escamas y por las espinas y radios de las aletas. Mientras que en la mayoría de los peces la superficie del cuerpo está cubierta por varios tipos de escamas, en los ciclóstomos como las lampreas y los peces bruja, la piel es desnuda. En los condríctios como los tiburones y rayas, la piel está cubierta por pequeñas escamas en forma de una plaquita, llamadas escamas placoides. En los osteíctios como las sardinas, truchas, mojarras, pirañas, gupis, lisas, robalos, pargos, barracudas, atunes, lenguados, etc., la piel está cubierta por escamas delgadas e imbricadas llamadas cicloides o ctenoides.

El endoesqueleto está formado por huesos o cartílagos, que constituyen la estructura del cuerpo y sus partes, que protegen ciertos órganos y que sirven para la fijación de numerosos músculos, los cuales a su vez, proporcionan movimientos de las partes y la locomoción.

El edoesqueleto se divide en los siguientes componentes:

Esqueleto somático

Axial: cráneo y columna vertebral.
Apendicular: cintura escapular y par de aletas pectorales o su modificación en patas anteriores cintura pélvica y par de aletas pélvicas o su modificación en patas posteriores
Esqueleto visceral
Arco mandibular
Arco hioideo
Arcos branquiales

El estudio del esqueleto de los vertebrados ha permitido conocer la evolución de las clases, tanto de peces como de tetrápodos, ya que son las partes que se conservan como fósiles desde que aparecieron los vertebrados. Asimismo, el estudio de los huesos y cartílagos de las diferentes clases de vertebrados permite interpretar los movimientos de las partes del cuerpo, la locomoción, así como también la forma de protección de órganos blandos.

La parte del esqueleto de los vertebrados más compleja es el cráneo, el cual protege al encéfalo y los principales órganos de los sentidos, y que suspende además, a las mandíbulas. Mientras que el cráneo de ciclóstomos y condríctios es de una sola pieza de cartílago, el de los osteíctios está formado por numerosos huesos, lo que significa una mayor dificultad para estudiarlos, sin embargo, es una actividad de gran interés.