Responsable
Dra. Nohra Elsy Beltrán Vargas, Dr. Mario García Lorenzana.
En Resumen:
Nuestro cuerpo está constituido por una gran diversidad de células, las cuales se caracterizan por tener diferentes formas y
funciones. Grupos especializados de células constituyen a los tejidos del cuerpo, y en conjunto los tejidos conforman a los órganos.
Los órganos que realizan funciones generales o específicas forman sistemas o aparatos, como el sistema nervioso o el aparato
digestivo. Los tejidos que se presentan en todos los órganos son cuatro: epitelial, conectivo, muscular y nervioso. Un ejemplo
de epitelio es la superficie externa de la piel; el tejido conectivo forma la parte interna de la piel, la llamada grasa corporal,
el cartílago, el hueso y la sangre entre otros. La localización de los tejidos muscular y nervioso es más obvia: el primero lo
encontramos, por ejemplo, en el bíceps, y el segundo en el cerebro y los nervios.
Existen varios tipos especializados de tejido
conectivo: cartílago, oseo, sangre, mieloide y linfoide. El tejido conectivo linfoide lo encontramos en la médula osea; en tanto que
el tejido conectivo linfoide constituye órganos como los linfonodos, el timo y el bazo, así como grupos de células organizadas en
estructuras llamadas nódulos, como las amígdalas (anginas) o el apéndice. Al conjunto de estos órganos se le conoce como el sistema
linfohemático.
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