"Tlacuatzin" el ladrón del fuego

Responsable
Biol. Juan Patiño Ortega

Académicos participantes:
Dra. A. Alondra Castro Campillo Departamento de Biología
Dr. José Ramírez Pulido Departamento de Biología
Dr. Arturo Salame Méndez Departamento de Biología de la reproducción
Dr. Noé González Ruíz Departamento de Biología

Objetivo del tema

Que los visitantes aprendan sobre:

  1. Los tlacuaches de México
  2. os tlacuaches en la cultura mexicana.
  3. Sus adaptaciones
  4. Su representatividad en la Colección de Mamíferos de la Universidad Autónoma Metropolitana, en la Unidad Iztapalapa (UAMI)

Temas que se abordan

Biología, conservación y cosmovisión de marsupiales mexicanos.

En resumen

Los tlacuaches pertenecen al Orden Didelphimorphia y son marsupiales que se caracterizan por su anatomía reproductiva y por su forma de reproducción. Los machos tienen los testículos en una posición anterior al pene y las hembras pueden o no presentar una bolsa o “marsupio” esta bolsa sirve para que las crías se terminen de desarrollar ya que el periodo de gestación es muy corto, de entre 12 a 14 días. En México tenemos ocho especies de tlacuaches o marsupiales (Caluromys derbianus, Chironectes minimus, Didelphis virginiana, Didelphis marsupialis, Philander oposum, Marmosa mexicana, Tlacuatzin canescens, Metachirus nudicaudatus). Normalmente son animales solitarios, nocturnos y se encuentran activos tanto en el suelo como en los arboles, su longitud varia de unos cuantos centímetros con el ratón tlacuache hasta poco más de 60 cm con el tlacuache común y un peso que va desde los 2 hasta los 5 kg. El pelaje es corto, tupido y peludo; los colores cambian entre el gris y los marrones o plateados, algunas especies presentan mascaras faciales o rayas. Son omnívoros lo que quiere decir tienen una dieta muy variada, desde insectos, plantas, frutos y carne; en vida libre tienen una longevidad de 1 – 3 años aunque se reportan ejemplares de hasta 8 años en cautiverio. Los tlacuaches más que representantes del reino animal, son símbolos de la cultura mexicana, principalmente por haberles otorgado el fuego de los dioses al hombre cuyo precio a pagar fue portar una cola desnuda.