Sábados en la Ciencia UAM Iztapalapa

Profesora - Investigadora del área de Neurociencias en el departamento de Biología de la Reproducción de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud. Sus líneas de investigación derivan en la diferenciación sexual, conducta sexual masculina y en factores que influyen en el proceso de selección de pareja, dentro de la conducta sexual femenina de la rata. Sus especialidades son diferenciación sexual: cromosomática, cerebral, conductual, neurotransmisores, Biología de la Reproducción y la conducta sexual masculina.

En resumen

¿Quién entiende a las mujeres y a los hombres?, esto nos hace diferentes morfológicamente, fisiológicamente y emotivamente. El dimorfismo sexual se observa en varios niveles en nuestro cuerpo y desde etapas tempranas del desarrollo los circuitos neuronales se empiezan a organizar. Ya sea en un cerebro femenino o masculino. Es decir el cerebro tiene sexo.

En los mamíferos, el determinante primario es el sexo genético, el cual se adquiere en la fertilización, de tal forma que, la determinación del sexo de los mamíferos es dependiente en el cromosoma Y. Si el cromosoma Y está presente, el feto se desarrolla como un macho y si está ausente como una hembra. En la mayor parte de la etapa inicial del desarrollo fetal, no se muestran diferencias morfológicas entre los sexos, hasta que se desarrolla la gónada. Por lo cual, la acción del gen SRY, que determina la diferenciación sexual masculina se produce dentro de la gónada en desarrollo. De esta manera se van organizando las estructuras cerebrales que darán origen a un cerebro femenino por de faull y posteriormente se organizará en uno masculino. De tal modo, que estas diferencias hace que nos comportemos diferentes y que tanto somos diferentes.